Desde las actitudes sobre la cultura y estilo de vida a los medios y publicidad
No existen dos grupos de consumidores idénticos en comportamiento o creencia. Ya sea que las diferencias se deban al sexo o a la política, la educación o el origen étnico, las marcas saben que lo que podría atraer a una multitud de compradores potenciales no atraerá a otro.
Con aproximadamente 55 millones de hispanos viviendo en los Estados Unidos, nuevos datos de YouGov Plan & Track detallan 10 maneras en que los consumidores hispanos mayores de 18 años que viven en los Estados Unidos difieren del público general.
En primer lugar, los adultos hispanos son más propensos a mostrar interés en convertirse en empresarios a comparación de todos los adultos estadounidenses. Cuando se les pregunta si les gustaría comenzar su propio negocio, el 62% de los hispanos dijeron que sí, mientras que el 51% del público en general indicó lo mismo.
Otra diferencia notable entre hispanos y estadounidenses se relaciona a viajar. En total, el 55% de los hispanos informan que generalmente vuelven a los mismos lugares en vacaciones, en comparación con poco menos de la mitad (49%) del público en general.
Cifras adicionales revelan que la mayoría de los hispanos se consideran románticos sin remedio (54%). También es más probable que cuando los hispanos tienen una opinión sobre alguien, se lo dicen en su cara (52%). Asimismo, sienten que los emojis ayudan a las personas a entenderse mejor (51%).
Cuando se trata de publicidad, el 61% de los adultos hispanos dicen que los carteles y vallas publicitarias les ayudan a conocer nuevos productos y servicios, en comparación con el 49% de todos los consumidores estadounidenses mayores de 18 años. Además, el 58% de los hispanos aprecian las marcas que están dispuestas a involucrarse en problemas sociales, mientras que sólo el 45% del público en general siente lo mismo.
La mayoría de los hispanos informan que dependen de la televisión para mantenerse informados (56%) y prefieren ver programas de televisión en vivo (55%). En promedio, sólo el 46% de los adultos en los Estados Unidos implican que sus hábitos de ver la televisión se ajustan a las declaraciones anteriores.
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